La plataforma ciudadana que se opone al proyecto sigue apuntando al importante daño visual que provocaría. También asegura que supondría una importante merma en la calidad de vida de los barrios afectados
La Plataforma Ciudadana Contra el Vial Alternativo al Puente Nuevo ha vuelto a mostrar su oposición al proyecto de construcción de una nueva vía para aliviar el tráfico sobre el emblemático puente de la ciudad. A pesar de la modificación del trazado original, que había sido rechazado inicialmente por la Delegación Territorial de Cultura, el colectivo ha presentado nuevas alegaciones al considerar que el nuevo recorrido sigue afectando negativamente al entorno.
El Ayuntamiento de Ronda, tras recibir un informe negativo en la primera propuesta, rediseñó el proyecto siguiendo las recomendaciones de Cultura. Sin embargo, la plataforma sostiene que, a pesar de estos cambios, la nueva propuesta continúa teniendo un importante impacto visual y ambiental, especialmente en el Cerro de la Pedrea, una zona considerada de gran valor paisajístico.
En su escrito, el colectivo destaca que la intervención en los terrenos afectados podría estar en contradicción con lo estipulado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ronda, particularmente con el artículo 243, que prohíbe expresamente este tipo de construcciones en suelos de Protección Integral PI-3.
Además, la plataforma alerta de que la creación de este vial podría desencadenar la recalificación de los terrenos colindantes como solares, abriendo la posibilidad a la construcción de una nueva urbanización. «Estos terrenos, situados en el borde del casco urbano y con acceso rodado, cumplirían con las condiciones de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) para ser urbanizables», argumentan en su comunicado.
Otro de los puntos señalados es el impacto que tendría sobre la calidad de vida en los barrios de Padre Jesús y Cruz de San Jorge, que tendrían que absorber un volumen de tráfico estimado en 7.000 vehículos diarios. Según la plataforma, esta cantidad superaría la capacidad de las infraestructuras actuales de dichos barrios.
«La construcción del nuevo vial provocaría un daño irreversible en un paisaje que es admirado tanto por los ciudadanos como por los miles de visitantes que recibe Ronda cada año», concluye la plataforma en sus alegaciones, subrayando la importancia de preservar la integridad visual y ambiental del conjunto histórico de la ciudad.
El Ayuntamiento de Ronda, por su parte, ha manifestado en varias ocasiones que este proyecto es clave para reducir la presión sobre el Puente Nuevo, uno de los monumentos más icónicos de la ciudad, cuyo tráfico actual podría poner en riesgo su conservación a largo plazo. La decisión final sobre el proyecto quedará ahora en manos de la Junta de Andalucía, que deberá evaluar las alegaciones presentadas y determinar si el vial alternativo sigue adelante.