Manuel Ramírez Troyano
RedactorOpinión
Brocha gorda en mano, llama la atención que la concejala responsable de la limpieza de la Ciudad, no hablara precisamente de la suciedad a la que tienen condenada a Ronda. Ronda está sucia y su responsable no habla de ello; prefiere comenzar por realizar una exégesis de los esfuerzos que el Consistorio mantiene -en palabras suyas- “para reforzar, mejorar, actualizar y modernizar SOLIARSA”.
El Ayuntamiento de Ronda, en medio de las negociaciones con el Comité de empresa de SOLIARSA, convoca una rueda de prensa. La edil personada fue la señora Martínez Fernández, responsable municipal de Limpieza viaria y Gestión de residuos sólidos urbanos. Mantener una actitud transparente dijo ser el motivo de la convocatoria.
Lamentablemente, todo ese esfuerzo tan solo lo perciben de Ayuntamiento para adentro, hacia afuera tan solo se ven contenedores llenos de basura, que pasan días y días sin retirar y calles que se barren de vez en cuando.
Con la Ciudad sucia, salen a la luz pública interioridades de SOLIARSA que hablan del incumplimiento por parte de la empresa de las condiciones mínimas y legales para con los trabajadores.
Convenio Colectivo caducado, la imposibilidad de disfrutar de los descansos reglados, un material inadecuado o viejo, además de una plantilla insuficiente para cumplir el cometido para lo que se creó SOLIARSA, que no es otro que mantener Ronda limpia.
Visto el comienzo de la disertación, comienza a desvanecerse la excusa de la convocatoria y comienzan a aparecer sus verdaderos motivos.
No es la transparencia, ni la humilde disponibilidad lo que ha llevado a la señora concejala al foco mediático, trasluce una intención centrada en dirigir la mirada y la presión de los ciudadanos hacia los trabajadores, responsabilizar a los operarios de la actual situación de la empresa y de forma subliminal culparles del deficiente funcionamiento del servicio.
Una estrategia más antigua que el hilo negro, solo que ejecutada de forma simple y torpe.
Para justificar la dedicación y esmero que su gestión ha dedicado a SOLIARSA, comenzó a desglosar algunos datos. Determinó en 154 las contrataciones efectuadas en los últimos tres años. A continuación cuantificó en 9 los operarios con contrato fijo, más un Técnico, añadió un seis sin especificar a qué tipo de contrato se refería.
Si se aceptan los seis contratos inespecíficos, dan como resultado 16 contratos fijos realizados en los tres últimos años. De 16 a 154 van 138.
138 contratos eventuales, que si se realizan mes a mes resulta que un solo trabajador puede generar 12 contratos al año. Suponiendo, que es mucho suponer, que estos trabajadores contratados continúen en la empresa el número se reduce a 11 trabajadores. El verbo reforzar que utilizó al principio de su intervención comienza a parecer algo exagerado.
Continuó mostrando el músculo gestor, contando las numerosas inversiones realizadas y la continua evolución al alza de las transferencias que el Ayuntamiento ha realizado.
Cierto es que las transferencias han aumentado, sólo que no cuenta que en los años anteriores, la asignación dineraria había disminuido hasta límites históricos, que durante mucho tiempo amenazaron la propia supervivencia de la empresa.
Las inversiones en material efectuadas para justificar su “reforzar y modernizar” la empresa también tienen su revuelta. Cómo la empresa está descabezada, sin gestión, sin previsión y sin personal cualificado para decidir el objeto de las inversiones, en su mayoría son inútiles. Ante una flota de camiones de carga trasera escasa y vieja los gestores de SOLIARSA deciden adquirir camiones de carga lateral y sus correspondientes contenedores, los del pedalito. Un material absolutamente inadecuado por las características físicas de la Ciudad.
Al parecer uno de los camiones de carga trasera vino con defectos que le llevan a romper habitualmente los contenedores que recoge, en concreto el que llaman el 26.
Otra de las adquisiciones estrella, un camión de baldeo, apenas ha prestado unas horas de servicio y se encuentra en paradero desconocido. Las aspiradoras, adquiridas y fotografiadas no caben en las aceras. Otra compra estrellada. Estas caóticas inversiones ni refuerzan ni actualizan la empresa.
Una vez contadas las excelencias de su gestión al frente de SOLIARSA, pasó a la carga, ya sin tapujos. Acusó al Comité de empresa de no conocer la realidad en la que se mueven. Una buena descalificación siempre abre caminos. Debe ser que desde el pluriempleo de Diputada Provincial y el despacho de Málaga se ve una realidad distinta del que está al pie de un contenedor, en la más de las veces rodeado de basura de todo tipo, bien porque el contendor está lleno o por el incivismo imperante. Todo esto con un camión pidiendo el retiro a golpe de avería
El desglose de las peticiones sindicales continuó en la misma línea. Los trabajadores de SOLIARSA proponen 36 puntos a introducir en el Convenio.
La señora Martínez califica a 7 de ellas de ilegales. Resulta paradójico que se erija en juez para distinguir entre la legalidad y la ilegalidad, la gerente de una empresa que sí ha recibido la visita por dos veces de la Guardia Civil, con retirada de material informático y documentación, relativo a las compras de las que tanto había hablado antes. No solo dos registros, sino que ya han declarado varias personas ante el juez que investiga unos pequeños detallitos sin importancia, estando todos a la espera de la apertura de juicio oral por el llamado caso SOLIARSA.
Dos propuestas las da por negociadas anteriormente, negociadas pero todavía no incluidas a nivel documental, por lo que no está de más volverlas a recordar. Dos ya aplicadas y 3 recogidas, que no aplicadas. Para terminar esta parte, por fin llegó donde quería llegar desde el principio. En ninguna de las propuestas sindicales, dice haber leído algo de la ampliación de la plantilla, ni de la modernización de la empresa, pero si de las 17 propuestas de carácter económico.
Su intención no era otra que atribuir a los trabajadores un único interés dinerario y así descalificarlos delante de la ciudadanía. A lo mejor resulta, que es absolutamente legítimo para unos trabajadores mejorar los ingresos por su trabajo, y no resulta admisible que la cabeza de una empresa que abusa de sus derechos los señale y culpabilice.
De la ampliación de la plantilla y modernización de la flota, la primera responsable es quien dio la rueda de prensa. No necesita que los trabajadores cumplan una función para la que ella fue nombrada. Señora Martínez: encargue pesar las toneladas de residuos generadas, dividirlas por operario y podrá comprobar la deficiente plantilla de SOLIARSA, de camino podría encargar un listado actualizado de contenedores en activo, que el último data de 2016. Si no se conoce la materia a gestionar es imposible hacerlo, ni siquiera medianamente bien.
Lo que no dice la señora Martínez es que la propuesta de descansos propuesta, en la actualidad implantada a prueba, dejando la limpieza de Ronda los fines de semana y festivos en manos de un voluntariado entre los trabajadores, además de ser insuficiente ya está generando continuos cambios de turnos para cubrir el voluntariado, que merma en mucho el trabajo diario y por ende acumula aún más basura por recoger.
En los mentideros políticos rondeños muchos son los que otorgan a la señora Martínez el papel de relevo natural al acabado ciclo político en el que se encuentra la alcaldesa, señora Fernández. Un ciclo que en sus postrimerías se caracteriza por la improvisación, cómo así lo demuestra la decisión de cortar el puente saltándose el Plan de Movilidad redactado bajo su mandato, o la improvisación en el problema del transporte escolar, o la del transporte urbano, en prórroga forzosa, y así se podría enumerar las muchas improvisaciones que supuestamente la señora Martínez viene a subsanar, pero que por lo que se ve, ha decidido comenzar improvisando con SOLIARSA.
Una gestión racional de esta responsabilidad demostraría una cualificación para empresas mayores, quien no puede con lo pequeño no debería atreverse con lo grande.
SOLIARSA es la caja donde se guarda la poca dignidad que le queda al Ayuntamiento de Ronda. Desde la venta de SERAGUA, hasta nuestros días, una a una han ido cayendo todas y cada una de las empresas municipales y patronatos. Tan solo sobreviven SOLIARSA y la Empresa de Turismo, esta última convertida en mera subsidiaria de la Delegación de Feria y Fiestas.
Señora Martínez, los trabajadores de SOLIARSA no son sus enemigos, ni tan siquiera adversarios, son sus cómplices y compañeros en la ingrata tarea de trabajar con los residuos sobrantes de los ciudadanos para el mantenimiento de una calidad de vida, hoy por hoy dañada. Una paz social entre los trabajadores de SOLIARSA y el Ayuntamiento sería una victoria para todos los rondeños.
La señora Martínez terminó su alocución pidiendo disculpas al pueblo de Ronda por las deficiencias del servicio, buscando de nuevo un culpable ajeno, en este caso una supuesta expansión precisamente en una Ciudad que cada año que pasa pierde habitantes y dando como extra el servicio en pedanías, que hasta donde se puede ver también son Ronda. Es aceptable la contrición pero en política el perdón solicitado tiene otros caminos.