A principios de esta semana se ha iniciado la temporada de saca de corcho, una labor que desempeñan con maestría expertos especializados en este duro trabajo. En Faraján la extracción de corcho se lleva a cabo en fincas privadas y supone un considerable impulso económico para la zona.
Según ha indicado el alcalde de Faraján, Rogelio Barragán, “la saca de corcho es una actividad forestal tradicional en el municipio y un valioso recurso ecológico que contribuye a reducir la huella de carbono. En este sentido, estudios recientes afirman que un solo ejemplar de alcornoque adulto de una edad media de 60 años absorbe unos 70 kilos de CO2 al año. Por lo tanto, desde aquí instamos a las distintas administraciones supramunicipales tanto a que apoyen al sector del corcho como a que inviertan en el mantenimiento y la conservación del medio natural en general y de los bosques de alcornoques en particular. Alrededor del 30% de la superficie del término municipal de Faraján está cubierto por alcornocal, que genera una media de 10.000 quintales castellanos de corcho cada año.”
La historia de las últimas décadas de la saca de corcho en Faraján no se entiende sin la presencia de Juan Andrades Carrillo, un vecino del pueblo que a sus 84 años es memoria viva del oficio y continúa participando en la extracción de esta materia prima. En sus casi 7 décadas de experiencia este incansable farajeño ha desempeñado diferentes funciones en el proceso de la saca, aunque reconoce que “lo que más he hecho ha sido recoger y portear corchas, miles de quintales. También quitar de los chaparros los nidos de abejorros, que son peligrosos para los corcheros.” El conocimiento del oficio y del entorno que tiene Juan es extenso, y sorprende su habilidad y su destreza para desplazarse y desenvolverse en el monte, sobre todo teniendo en cuenta la escarpada orografía del Valle del Genal.