La nueva medida del Ayuntamiento de Ronda, que restringe el tráfico en el Puente Nuevo exclusivamente a los residentes de la ciudad, ha provocado el descontento de habitantes de la comarca, quienes se verán obligados a buscar rutas alternativas.
El Ayuntamiento de Ronda ha anunciado que, a partir de 2025, el acceso al Puente Nuevo se limitará exclusivamente a vehículos ligeros de residentes domiciliados en el municipio, con la intención de reducir la densidad de tráfico y mejorar la seguridad de los peatones en el centro histórico. Sin embargo, esta decisión ha generado una oleada de quejas en la comarca de Ronda, ya que los habitantes de poblaciones vecinas se verán forzados a tomar rutas alternativas, sin la posibilidad de cruzar uno de los principales accesos al casco urbano.
La alcaldesa, María de la Paz Fernández, explicó que la medida surge tras una petición vecinal desde el Barrio de San Francisco, y que ha contado con el apoyo de la Federación de Asociaciones de Vecinos Arunda y otros partidos políticos. La implementación se verá respaldada por un sistema de cámaras de vigilancia en puntos clave, como la Cuesta de las Imágenes y Virgen de la Paz, que verificará que solo accedan aquellos vehículos censados en Ronda.
A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento para ofrecer recorridos alternativos y una mayor señalización, los vecinos de la comarca han expresado su descontento, ya que los coches de residentes de poblaciones cercanas también representan una parte importante de los 5,000 vehículos diarios que atraviesan esta zona. Esta cifra puede superar los 7,000 en temporada alta, especialmente por la afluencia de turistas y habitantes de la región que frecuentan la ciudad para trabajar, estudiar o acceder a servicios.
«Entendemos la necesidad de reducir el tráfico en el centro, pero nos sentimos desplazados como vecinos de la comarca,» comenta un residente de Arriate. «El Puente Nuevo es un nexo fundamental, y ahora se nos niega esa facilidad.»
El Ayuntamiento de Ronda afirma que esta medida será progresiva y que informará puntualmente de las nuevas opciones de tráfico a través de campañas en redes sociales, señalética y actualización de rutas en plataformas como Google Maps. Sin embargo, para muchos, la decisión representa una desconexión con la comarca y un obstáculo a su vinculación histórica con Ronda.