El municipio de Benarrabá celebró el pasado 22 de noviembre el Día del Pueblo Gitano Andaluz con un evento lleno de actividades culturales y de convivencia. Organizado por el Ayuntamiento y el CDR Montaña y Desarrollo – Universidad Rural Paulo Freire, la jornada incluyó gastronomía, arte y música para destacar la riqueza del legado gitano en Andalucía y su impacto en la identidad local.
El pasado viernes, Benarrabá se convirtió en un escenario de celebración y homenaje con motivo del Día del Pueblo Gitano Andaluz, efeméride conmemorada cada 22 de noviembre. La iniciativa, promovida por el Ayuntamiento y el CDR Montaña y Desarrollo – Universidad Rural Paulo Freire, destacó la riqueza cultural de la comunidad gitana y su contribución histórica a la identidad andaluza.
El evento comenzó con una cálida bienvenida y la degustación de un potaje gitano, plato emblemático de la gastronomía tradicional que simboliza unión y hospitalidad. Paralelamente, se inauguró la exposición fotográfica ’10 trazos de vida gitana’, una muestra del fotógrafo Paco Benítez que documenta momentos cotidianos de la comunidad en el municipio vecino de Gaucín.
La jornada continuó con la lectura de un manifiesto gitano, donde se subrayó la importancia de preservar la identidad cultural de este pueblo en Andalucía. Posteriormente, se realizó la izada de la bandera gitana en el balcón del Ayuntamiento, acompañada por la interpretación del himno ‘Gelem, gelem’.
El cierre estuvo marcado por un vibrante espectáculo de flamenco a cargo del grupo de baile de la Estación de Cortes de la Frontera, que deleitó a los asistentes en un ambiente de convivencia. Los organizadores destacaron el papel fundamental del pueblo gitano en la construcción del acervo cultural andaluz y subrayaron la importancia de la Asociación Flamenca Cultural Simón y Luís Núñez, que lleva una década promoviendo el flamenco en Benarrabá.
Desde 1996, el Día del Pueblo Gitano Andaluz recuerda las contribuciones de esta comunidad a lo largo de la historia, marcando un hito de respeto y reconocimiento hacia un pueblo que llegó a Andalucía en 1462 y que, como en Benarrabá, ha dejado una huella imborrable en la sociedad.
