Baja producción de castañas en el Valle del Genal marca el inicio de la campaña 2024

La temporada de recolección de castañas en el Valle del Genal ha comenzado con una previsión baja de producción debido a la falta de lluvias, aunque la calidad del fruto es alta. La presidenta de la cooperativa San Antonio de Pujerra, Cati Chicón, ha confirmado que la cantidad de castañas será menor que el año pasado, afectando a productores locales.

Este 1 de octubre marca el inicio oficial de la temporada de castañas en el Valle del Genal, aunque las expectativas no son las mejores. Tras varios años consecutivos de escasa producción, la campaña 2024 sigue la misma tendencia. Según Cati Chicón, presidenta de la cooperativa San Antonio de Pujerra, se espera que la cosecha de este año sea aún menor que la de 2023, cuando solo se alcanzaron los 72.000 kilos, lejos del millón que se recoge en una buena temporada. La escasez de lluvias es el principal motivo detrás de este descenso.

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Los primeros trabajos de recolección comenzaron hace un par de semanas en Jubrique con la variedad agosteña, mientras que en Pujerra se inició la semana pasada con las variedades gallega y portuguesa. A pesar de que la calidad del fruto es alta, los productores se ven afectados por los bajos volúmenes de cosecha, poniendo en riesgo una de las actividades económicas fundamentales de la zona. «El agua de Semana Santa ayudó, pero desde entonces apenas ha llovido, lo que ha afectado a los castaños», explicó Chicón.

Para mitigar el impacto económico, la cooperativa está buscando estrategias para defender el precio de la castaña y maximizar los beneficios para los productores. Asimismo, desde la Plataforma Andaluza de la Castaña se está solicitando apoyo a la Junta de Andalucía para implementar medidas que aseguren la sostenibilidad del sector.

El proceso de recolección sigue el esquema habitual: tras la recogida, las castañas son llevadas a las cooperativas locales de Pujerra y Jubrique, donde se clasifican, esterilizan y preparan para su distribución tanto a nivel nacional como internacional. Cerca del 50% de la producción se exporta a países como Italia, Francia y Alemania.

Con 3.900 hectáreas de castañares y unas 1.500 familias que dependen parcialmente de la cosecha, la preservación de estos bosques es vital no solo por su valor económico, sino también por su relevancia medioambiental y paisajística. La recolección de castañas sigue siendo un pilar para el desarrollo rural en el Valle del Genal, ayudando a frenar la despoblación en la región.

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