Un grupo de vecinas de Algatocín lleva casi dos meses volcado en la elaboración artesanal de los adornos que ya comienzan a transformar el municipio con la llegada de la Navidad. Su trabajo, fruto de la constancia, la imaginación y el compañerismo, ya es visible en numerosos rincones del pueblo, desde calles y plazas hasta espacios públicos interiores.
Los nuevos elementos decorativos se están instalando junto a los creados el pasado año, manteniendo una línea marcada por el uso de materiales reciclados y técnicas manuales. El resultado es una decoración original, sostenible y muy personal, que convierte cada rincón en un pequeño escaparate de creatividad vecinal.
Aunque el trabajo se desarrolla dentro de un taller de ocio y tiempo libre con sesiones semanales, la cercanía de las fiestas ha llevado a las participantes a reunirse prácticamente a diario para llegar a tiempo con todos los preparativos. En total, cerca de una decena de mujeres forman parte activa de esta iniciativa, que no solo tiene un componente artístico, sino también social.
El espacio donde se desarrolla gran parte de la actividad se encuentra en un local situado sobre el futuro Museo de la Cal, convertido estos días en un auténtico taller creativo lleno de cartón, telas, luces y mucha ilusión.
Más allá del resultado estético, la iniciativa destaca por su valor como ejemplo de participación vecinal y de trabajo conjunto en beneficio del pueblo. La implicación de estas mujeres ha conseguido que la Navidad llegue a Algatocín con un sello propio, hecho a mano y cargado de sentimiento.





